En los tratamientos de reproducción asistida, las decisiones sobre el uso de las muestras de semen pueden generar algunas dudas, especialmente cuando se trata de recurrir a un banco de semen o utilizar muestras que han sido congeladas durante un tiempo.
Una de las preguntas más comunes es si el hecho de que el semen haya sido preservado en frío durante meses o años puede influir en el éxito del tratamiento. La incertidumbre que genera esta elección es comprensible, pero los avances en la criopreservación y las técnicas de reproducción asistida brindan respuestas alentadoras.
La criopreservación de semen es una técnica desarrollada hace más de 60 años, permitiendo que los espermatozoides sean congelados y almacenados a largo plazo sin comprometer significativamente su viabilidad.
Hoy en día, esta opción es indispensable en muchos contextos, ya sea por razones médicas, logísticas o personales. Sin embargo, es importante entender cómo funciona este proceso y si podría tener un impacto en los tratamientos de fertilidad.
¿Cómo funciona la congelación de semen?
El proceso de congelación de semen, también conocido como criopreservación, implica someter las muestras de esperma a temperaturas extremadamente bajas para detener toda actividad celular y mantener la viabilidad de los espermatozoides durante años. La muestra se recolecta, se procesa en un laboratorio para eliminar el líquido seminal y se combina con una solución protectora antes de ser congelada en nitrógeno líquido a -196°C.
Este método ha sido utilizado con éxito por muchas décadas, permitiendo que los espermatozoides mantengan sus características funcionales una vez descongelados, lo que ha hecho de la criopreservación una opción viable en tratamientos de fertilidad asistida como la inseminación intrauterina (IIU) o la fecundación in vitro (FIV).
¿Es seguro utilizar semen congelado?
Diversos estudios científicos han demostrado que el uso de semen congelado no compromete la seguridad ni la salud del futuro bebé. Los bebés nacidos a través de tratamientos de fertilidad asistida con semen congelado son igual de saludables que aquellos concebidos con semen fresco. No se ha identificado un aumento en las tasas de malformaciones congénitas o problemas de desarrollo, lo que confirma la seguridad del procedimiento.
El tiempo de almacenamiento tampoco parece influir en la calidad final del semen. Existen casos documentados donde muestras almacenadas durante más de 20 años han resultado en embarazos exitosos.
¿Afecta el semen congelado las tasas de éxito en los tratamientos?
Si bien la congelación puede alterar ligeramente la motilidad de los espermatozoides (la capacidad para moverse hacia el óvulo), la mayoría de los tratamientos de reproducción asistida están diseñados para mitigar este efecto. Técnicas como la FIV o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) permiten seleccionar espermatozoides individuales para fertilizar un óvulo, minimizando el impacto de cualquier variación en la movilidad o cantidad de espermatozoides.
Los estudios han mostrado que las tasas de éxito de los tratamientos con semen congelado son comparables a las obtenidas con semen fresco, especialmente en procedimientos de alta tecnología como la FIV. Aunque en tratamientos como la IIU se puede observar una ligera diferencia en la tasa de éxito (debido a la necesidad de una mayor movilidad de los espermatozoides), los resultados siguen siendo favorables en ambos casos.
¿Cuándo se recomienda la criopreservación de semen?
Existen diferentes razones por las cuales se puede recomendar la criopreservación de semen en un tratamiento de fertilidad:
- Preservación de la fertilidad por razones médicas: Aquellos que van a someterse a tratamientos agresivos como la quimioterapia o radioterapia que podrían dañar la capacidad reproductiva optan por congelar semen antes del tratamiento.
- Ausencia del donante o pareja en el momento del tratamiento: En algunos casos, el donante de esperma o la pareja masculina no puede estar presente durante el proceso de inseminación o FIV, lo que hace necesario recurrir a una muestra previamente congelada.
- Donación de semen: En los casos donde se utilizan muestras de donantes, el semen donado siempre es congelado para permitir pruebas de infecciones antes de su uso, garantizando la seguridad de las muestras.
- Problemas de salud reproductiva: Hombres con problemas en la producción de esperma o bajo conteo espermático pueden necesitar varias sesiones de recolección de muestras. Congelar varias muestras permite reunir una cantidad suficiente para realizar el tratamiento con mayor éxito.
¿Cómo influye en los tratamientos de fertilidad?
El uso de semen congelado es una práctica establecida en los tratamientos de reproducción asistida, y las tasas de éxito suelen ser comparables a las obtenidas con semen fresco, particularmente en procedimientos como la fecundación in vitro (FIV) o la ICSI, donde los espermatozoides viables pueden seleccionarse cuidadosamente.
En tratamientos como la inseminación intrauterina (IIU), que dependen más de la movilidad natural de los espermatozoides, puede haber una ligera diferencia en los resultados. Sin embargo, en general, los tratamientos con semen congelado siguen siendo exitosos y son una opción confiable. En Fertivida, comprendemos las inquietudes que pueden surgir alrededor del uso de semen congelado y brindamos un acompañamiento personalizado para guiar a cada persona o pareja a lo largo del proceso de reproducción asistida, ofreciendo la seguridad de que las decisiones tomadas estarán respaldadas por evidencia científica y la mejor atención médica.