¿Es posible lograr la maternidad subrogada después de los 40 años?

maternidad subrogada después de los 40 años

La posibilidad de ser madre no siempre ocurre cuando una mujer lo desea. A veces, la vida impone pausas, la salud reproductiva plantea desafíos o el deseo de formar una familia llega más tarde de lo que socialmente se espera. En esos escenarios, la maternidad subrogada se presenta como una alternativa real para muchas mujeres que ya no pueden gestar por sí mismas, pero que sí anhelan tener un hijo.

En este contexto, es común que surja una pregunta específica: ¿hasta qué edad es viable optar por la maternidad subrogada? Y aunque cada caso es único y merece una valoración médica y personal detallada, hay ciertos factores —médicos, biológicos y legales— que marcan límites a este camino. Especialmente en mujeres mayores de 40 años.

La edad no define el amor ni la capacidad de acompañar a un hijo con entrega, pero sí influye en la posibilidad de ofrecerle las condiciones físicas y emocionales que necesita para crecer con estabilidad. Por eso, esta decisión requiere una mirada amplia, que contemple no solo el deseo de ser madre, sino también el bienestar a largo plazo del futuro bebé.

¿La edad influye en los requisitos médicos para la subrogación?

Sí. Aunque en Colombia no existe una ley específica que regule la maternidad subrogada, sí hay lineamientos éticos y médicos que orientan este proceso. Uno de ellos es la edad de la mujer o la pareja que solicita la subrogación.

Esto no se debe a una visión restrictiva o a un juicio moral, sino a una razón profundamente humana: un hijo no es un evento de nueve meses, sino un proyecto de vida que requiere acompañamiento, energía y presencia activa durante muchos años. Por eso, en la mayoría de los protocolos clínicos, se establece que el límite de edad para acceder a una subrogación suele estar en los 50 o 55 años, considerando que cuando el niño tenga 15 o 20 años, sus padres aún puedan acompañarlo de forma activa en su desarrollo.

Además, a mayor edad, también pueden presentarse más condiciones de salud asociadas al envejecimiento, lo cual podría dificultar el cuidado cotidiano del bebé, no sólo en términos físicos, sino también emocionales y prácticos.

Este límite no busca excluir ni desanimar, sino garantizar que el entorno en el que el bebé crezca sea estable y cuidador durante el tiempo necesario para su formación como persona.

¿Se pueden usar óvulos propios o es necesario recurrir a donación?

Esta respuesta requiere de mucho contexto, ya que estudios han demostrado que a partir de los 35 años, la reserva ovárica comienza a disminuir de forma significativa, tanto en cantidad como en calidad. Por eso, uno de los primeros pasos cuando se considera la maternidad después de los 40 años, es evaluar si es posible utilizar óvulos propios, dado que si se cuenta con óvulos sanos y viables, el tratamiento de reproducción asistida sería otro y no necesariamente la subrogación.

Ten presente que uno 10 o 15 años atrás, la congelación de óvulos era un tema del que poco se conocía, y muchas mujeres que hoy tienen entre 40 y 50 años de edad, no pudieron acceder a esta información, por lo que muchas no cuentan con material genéticos guardado para asumir una maternidad viable con óvulos propios después de los 40 años

Por lo que muchas veces es necesario considerar la opción de donación de óvulos. Ya sea por una baja reserva ovárica o algunas otras limitantes médicas que requieran de la ayuda generosa de una portadora gestacional y una donante anónima. 

Recurrir a una donante puede ser una forma de continuar con el proyecto de maternidad desde un lugar de conciencia y generosidad. Lo importante en estos casos no es tanto el origen del óvulo, sino la oportunidad de formar una familia en condiciones amorosas, seguras y sostenidas.

Aspectos emocionales y legales que conviene tener en cuenta

En Fertivida, abordamos el proceso de subrogación con la responsabilidad que requiere un proceso tan delicado. Creemos profundamente que este camino solo debe recorrerse cuando existen razones médicas que impidan gestar, y que no puede ni debe ser una vía para evitar el embarazo por razones estéticas, emocionales o de comodidad. 

Por eso, parte de nuestro protocolo incluye una valoración médica exhaustiva, pero también una evaluación psicológica profunda —tanto para la madre intencional como para la mujer gestante—, garantizando que este proceso sea respetuoso, consciente y éticamente sólido.

Ser madre después de los 40 es posible. La maternidad subrogada puede abrir esa puerta cuando el cuerpo ya no acompaña, pero el deseo sí. Y aunque no sea un camino para todas, ni deba tomarse a la ligera, puede ser profundamente transformador cuando se recorre con claridad, acompañamiento médico y compromiso ético.En Fertivida, creemos que cada historia merece ser escuchada. Y que formar una familia —cuando es desde el deseo real y las condiciones adecuadas— nunca debería depender solo del calendario, sino del cuidado y la consciencia con la que se decida caminar ese sueño.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio