Buscar un embarazo mediante tratamientos de fertilidad es una decisión que involucra muchos aspectos personales, médicos y emocionales. Cuando se requiere la participación de terceros —como en la donación de óvulos o la gestación subrogada—, es natural que aparezcan preguntas y sentimientos difíciles de procesar.
¿Es normal sentir culpa o dudas? No, pero es completamente humano. La culpa no es una emoción innata, sino una respuesta aprendida influenciada por creencias culturales, religiosas o familiares. Comprender esto permite abrir espacio a la reflexión, reconocer las emociones sin juzgarlas y vivir el proceso de una manera más consciente y compasiva consigo mismo.
Cada historia es única, y entender el origen de lo que se siente ayuda a aliviar la carga emocional. La medicina, la psicología y el acompañamiento humano son aliados para transitar este camino con serenidad y coherencia interior.
¿Por qué pueden surgir sentimientos de culpa o duda?

La culpa o la duda suelen tener raíces profundas. Muchas personas crecen con la idea de que la maternidad o la paternidad deben darse de una forma específica o dentro de ciertos modelos sociales. Cuando la realidad se aleja de esta imagen, ya que incluso en quienes han tenido hijos de maneras convencionales pueden tener conflictos internos entre el deseo de ser madre o padre y las creencias que se han aprendido a lo largo de la vida.
También influyen el contexto religioso; el miedo al juicio externo o las expectativas familiares. En otros casos, la inseguridad o la baja autoestima llevan a cuestionar el propio valor o el derecho a ser padres con ayuda médica. Estas emociones, pueden transformarse con comprensión, acompañamiento y los recursos emocionales.
El cuerpo responde a lo que la mente y el corazón sienten. Cuando existe un conflicto emocional profundo, el organismo puede reflejarlo en forma de tensión o resistencia. Por eso, liberar pensamientos limitantes y comprender que la vida puede manifestarse de múltiples maneras es parte esencial del proceso.
Cómo afrontar las emociones al usar óvulos donados
La base está en el acompañamiento emocional y psicológico, que es una parte fundamental en todos los tratamientos de reproducción asistida en Fertivida. Este espacio permite expresar las emociones, reconocer las dudas y comprenderlas desde un lugar más sereno y consciente.
Desde el punto de vista médico, hay que recordar que cuando una mujer gesta un embarazo con óvulos donados, su cuerpo cumple un papel vital en el desarrollo del bebé. La sangre materna alimenta la placenta, sus minerales forman los huesos, su calcio fortalece los dientes, su queratina da origen al cabello y su sistema inmunológico protege al bebé durante todo el embarazo.
Además, el entorno intrauterino influye directamente en la expresión genética del embrión. Es decir, el cuerpo de la madre gestante no solo sostiene, sino que también comunica información biológica al bebé a través de la epigenética. Por eso, aunque el óvulo provenga de una donante, el vínculo que se crea es profundo y biológico.
Cómo afrontar las emociones al recurrir a un vientre subrogado
En los casos de subrogación, el vínculo emocional también tiene una gran relevancia. La madre o el padre de intención acompañan el proceso desde la conexión emocional y la intención amorosa, y esto crea una forma de vínculo diferente, pero igualmente profunda.
Amar de forma incondicional es el acto más puro de la humanidad. La genética no define la maternidad ni la paternidad; lo hacen el amor, el cuidado y la presencia. Un hijo no se clasifica por el método que permitió su llegada, sino por el vínculo que se construye día a día. No hay “hijos por donación” ni “hijos por subrogación”, solo hijos que nacen del deseo genuino de amar y formar una familia.
¿Cómo abordar estos procesos con acompañamiento profesional?
El acompañamiento psicológico ayuda a comprender y resignificar las emociones que surgen durante el tratamiento. También permite integrar nuevas ideas sobre lo que significa ser madre o padre, más allá de la biología.
Trabajar de la mano de profesionales de la psicología, junto con el equipo médico, ayuda a crear un entorno emocional más saludable y a vivir el proceso reproductivo con paz interior y coherencia. Cada decisión, cuando se toma desde la comprensión y el amor, se convierte en una oportunidad para sanar, crecer y dar vida de manera consciente.En Fertivida, entendemos que la fertilidad no solo se trata del cuerpo, sino también del bienestar emocional. Por eso acompañamos cada proceso con sensibilidad, ciencia y respeto, para que cada persona viva su camino hacia la maternidad o paternidad de forma plena y tranquila.





